Incidentes en el partido Athletic – Olympique.

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Los incidentes se extendieron por todo el centro de Bilbao

 

Graves incidentes en los prolegómenos del partido Athletic Club de Bilbao y Olympique de Marsella, correspondiente a la Europa League. Durante al menos dos horas antes del partido, los aficionados franceses desfilaron en nutridos grupos por el centro de Bilbao entonando cánticos, tirando botellas a la gente, destrozando terrazas de bares, etc. Enseñoreándose en definitiva de la ciudad.

Al evento, lógicamente, acudieron las unidades de la Brigada Móvil de la Ertzaintza aunque sin tener entrada, esto es broma. Lo serio viene ahora, ¿cómo es posible que se causaran tantos destrozos si el partido ya estaba previsto que fuera de alto riesgo y debía contar con un dispositivo especial? En las imágenes grabadas por Luis Calabor entre los energúmenos franchutes no se ve, esto lo tengo que decir, un especial ánimo violento hacia los policías. Si se fijan, queda casi todo en bravatas, lo que quiere decir que con una intervención quizá un poco más contundente se hubieran evitado la mayoría de esos destrozos e incluso algunos de los heridos que se registraron.

Según denuncian la práctica totalidad de sindicatos, la orden era de, ante todo, no utilizar el material antidisturbios y refrendaba esta orden la complementaria prohibición de desprecintar las bolsas de proyectiles de los lanzadores. Algo parecido ya pasó con los saqueos de los antisistema por todo Bilbao cuando en 2014 se reunió en esta ciudad el Foro Monetario Internacional. Por cierto que esa vez, no había más que estar en la calle para ver lo que se venía encima. En aquella y en esta ocasión, en ambas, la vergonzante inacción de la Ertzaintza propició el que hubiera robos, daños, violencia y heridos, algunos de ellos policías. Hasta se llegó a volcar un furgón de la Policía Local.

Uno comprende que desde la desgracia del caso Cabacas, aquel chico al que impactó una bola de goma y lo mató en los aledaños de San Mamés, todo el mundo ande con miedo, es lógico. También lo tendrán los médicos o los pilotos cuando suceda algún accidente de los que son propios de su profesión y conllevan pérdida de vidas. Pero, a diferencia de la Ertzaintza, vuelven a realizar intervenciones quirúrgicas y a pilotar sus naves porque es su  puto trabajo y les pagan para ello.

A los ertzainas les pagamos para que garanticen nuestros derechos y nuestra tranquilidad y a sus jefes para que asuman la responsabilidad de dar las órdenes pertinentes. Vayan estos señores responsables a decirles a los hosteleros o simples ciudadanos que fueron agredidos, que no se atreven a asumir sus funciones porque no quieren tener problemas. Eso sí, díganles también, que lo que cobran no están dispuestos a perderlo y que, como sabemos todos, aquí jamás le quitan un euro al que no hace. Los expedientes y los problemas son siempre para el que toma decisiones y las ejecuta. Además, nadie saca mando en plaza para verse en los juzgados. A estos es mejor que vayan los indios.

A mí me consta, porque les conozco y lo sé, que hay un enorme descontento en el cuerpo de la Ertzaintza, como lo hay en muchos cuerpos de policías locales que han copiado la misma forma de hacer las cosas. Trabajadores a los que se les pide que aguanten los palos sin responder, que se traguen las recriminaciones de los ciudadanos vapuleados sin poder sincerarse y decirles que, allá en algún despacho, un tipo que cobra tres veces lo que ellos y gasta coche oficial hasta para irse de copas les dice que no sean quejicas y que no se les ocurra liarla. Porque esto es así, estos responsables han asumido ya lo que nos decía la retórica borrokil de hace años, que la culpa de que se líe es de la policía por aparecer. Que si no llegan, los chavales se limitan a quemar cuatro o cinco coches, apalear a un par de viejas y la cosa se arregla sola. Más o menos.

Vamos a ver, ¿para qué cambiaron las escopetas y las pelotas de goma por los lanzadores y los proyectiles de goma espuma? ¿para que hicieran bonito en las fotos?, se ve que sí. Vuelvo a lo de siempre, a predicar en el desierto y a hacerme enemigos en las altas esferas,  pero la verdad no tiene más que un camino y si uno escribe de estas cosas es para rendirle honor. Y la verdad es esta: la policía la gobiernan pusilánimes, gentes con el culo blandito de estar aposentado en sillón de cuero y maneras finolis de andar arrastrándose de despacho en despacho a la caza de otro palomilla en la hombrera.

Mientras, en la calle, seis tíos de negro apretujados en una furgoneta se preguntan para qué coño les hicieron jurar que defenderían a su pueblo. Y no hay quien les responda.

Noticia de alcance: La Policía Local de Bilbao detiene a un individuo violento pese a las críticas de dos señoras y un perro.

Captura de pantalla 2015-04-19 a las 19.39.18Esta semana ha saltado la noticia, gracias a un vídeo de esos que se llaman virales por su masiva difusión en las redes sociales, de una intervención de la policía local de Bilbao en la que es detenido el conductor de una motocicleta por motivos que luego han trascendido y que se resumen en una conducción temeraria en sentido contrario al tráfico y posteriormente por un espacio peatonal. Al ser requerido, el individuo se muestra violento y, según la versión policial, propina un golpe en la nariz a uno de los agentes, todo ello entre los forcejeos, gritos y aspavientos que son habituales en estos casos.

Viendo la reacción violenta del sujeto, los policías solicitan refuerzo inmediato y a la zona acuden varias patrullas, imagino que todas los que se hallen próximas, en apoyo de sus compañeros. Se ve en las imágenes, además, a un agente propinar cuatro bastonazos con su porra en los glúteos y muslo de la persona, que ejerce resistencia activa a la detención.El video está muy bien comentado por una señora y su vecina, expertas en técnica policial, que aparte de censoras de su perra Kira, a la que ordenan callar sin miramiento a su derecho perruno de libertad de expresión, nos van informando de lo que interesa al común de los mortales: primero que el chico no ha hecho nada, segundo, que le están dando una paliza de muerte y, tercero, que es una vergüenza que lleguen tantos coches. «Luego te roban y no van, pero cuando se avisan entre ellos de que hay camorra, van todos». Esto es lógico, señora, la policía está deseosa, dada su naturaleza perversa, de apalizar a algún ciudadano antes de irse a tomar el café al bar de la esquina, eso lo sabe todo el mundo.

Se ve que hubieran preferido las comadres que les dieran otra paliza a los guardias, como la que recibieron en ese mismo barrio dos policías de manos de un clan gitano por poner una multa de tráfico. Ah, perdonen, que de eso no hubo video y no lo sabían o ya se les había olvidado. Bueno pues nada, sigamos que no tiene este asunto mayor importancia.

Una cosa que me llama mucho la atención es que una de las comentaristas le dice a quien parece ser su hija que observe todo atentamente para luego explicárselo bien a su hermano. La frase suena a amenaza y no he llegado a averiguar si el hermano es el Alcalde, algún tertuliano de Intereconomía o el cadí del califato de Recalde pero bueno, ya nos iremos enterando.

El partido amigo de los policías, Bildu, ese que en el vecino municipio de Sopelana, donde tiene la Alcaldía, mantiene un jefe de policía nombrado a dedo y ahora expulsado, o en trámite, por los tribunales y que nada más llegar expedientó a media plantilla, sobre todo a los sindicalistas, el partido, digo, que hace gala de una intachable tradición democrática en este país, arremete en el Pleno contra la acción policial manifestando que es una vergüenza. Yo estoy de acuerdo, la verdad, aunque por razones distintas.

Para empezar, es una vergüenza que a un tipo que pone en juego la vida de los demás circulando de la manera que lo hace e intenta zafarse después de las consecuencias de su conducta, le saquen la cara algunos vecinos en lugar de apoyar a su policía, esa a la que luego piden más contundencia cuando un borracho les mea en el portal. Es una vergüenza que las argumentaciones de dos personas que no tienen otra cosa que hacer que hablar de lo que ni saben ni entienden, sirvan de acusación a la labor de unos profesionales que se juegan el físico a diario entre delincuentes y vecinos gilipollas. Es vergonzoso, finalmente, que un partido político no tenga la decencia de mandar analizar el procedimiento utilizado ni los hechos antes de emitir juicios como los que ha emitido Bildu cuando hace cuatro días aplaudían, o al menos no condenaban, las muertes a tiros y a bombazos de ciudadanos en esas mismas calles.

Y ya hablando del procedimiento, de la detención y del uso de la porra, así como de la conveniencia o no de que acudan tantas o cuantas patrullas en apoyo, les diré que los cuatro bastonazos que recibe el sujeto, tienen un recorrido tan corto y están dirigidos a partes del cuerpo donde el daño es tan minúsculo que el tipo, como se ve en las imágenes, ni siquiera se inmuta. Como mucho, cabe criticar que son inútiles para frenar su conducta agresiva no, desde luego, que sean excesivos. Además, como ignora la vecina metida a reportera dicharachera, para detener a una persona violenta sin lesionarla, hacen falta abundancia de recursos con el fin de poder inmovilizarla sin golpearla, de ahí que haya varios agentes encima del detenido. No se ven patadas ni puñetazos. La detención es, desde ese punto de vista, escrupulosa y garantista con la integridad física de este. Y, finalmente, el cuestionar el número de coches que acuden a ayudar a sus compañeros y asegurar la zona, o decir aquello de que luego cuando les llamas no aparecen nunca, sencillamente, no merece ni comentario.

Yo, a la vista de todo esto, no llego a comprender cómo todavía hay funcionarios que, en vez de mirar para otro lado y cobrar a fin de mes, se dedican a intentar hacer su trabajo a riesgo de su integridad. Pero en fin, son cosas que le dan a uno por pensar en su ignorancia. Lo correcto debe ser lo otro, dar pábulo al alcahueteo, hablar sin saber, y decir que la policía es enemiga del pueblo. La materia policial es como el fútbol, todo el mundo entiende, con la diferencia de que aquí nunca echan al entrenador cuando las cosas van mal ya que el entrenador suele ser puesto por los que mandan y muchas veces no precisamente por sus capacidades profesionales.

En fin, ha tenido suerte esa señora de que el tipo ese de la moto no la atropellara a ella, ni a su hija, ni a la perrita Kira. Al final, todos los tontos tienen suerte.

Haga click en el enlace para ver el video de la detención: 

Ciudad Muerta

Estos días anda proyectándose en Bilbao el documental catalán Ciutat Morta, basado en los abusos policiales de algunos integrantes de la Guardia Urbana de Barcelona contra unos jóvenes a raiz de la ocupación de un edificio municipal que tuvo que ser desalojado por agentes del mencionado cuerpo. Con música melancólica y triste, se relata como en dicha operación policial, a raiz de que un agente que no llevaba casco es alcanzado por una maceta lanzada desde uno de los pisos superiores, sus compañeros, creyéndolo muerto, se vengan de todos los muchachos a los que apresan, incluídos algunos que detienen en el hospital y que, al parecer, nada tenían que ver con los hechos, sino que estaban allí por haber sufrido un accidente de bicicleta. Aquí en Bilbao, tenemos también lo nuestro con el Caso Cabacas, en el que murió un joven que tomaba algo en una terraza, víctima del impacto directo, según parece, de una pelota de goma.

Miren, estoy hasta los cojones. Pero hasta los mismísinos cojojnes. Vaya por delante mi condena de cualquier tipo de abuso policial, eso que no quepa ninguna duda. Pero lo que no puedo ver, y cada vez menos, es la utilización de los hechos más luctuosos para culpabilizar precisamente a quienes se dedican, nos dedicamos, a garantizar los derechos de todos los ciudadanos de este puto país que puede llamarse España, Catalunya, Euskal Herria o el coño de la Bernarda, que eso ya cada vez nos viene dando mas igual, por lo menos a algunos.

Es de ver con cuanto gesto compungido se habla solo de una parte de los lesionados, de la parte precisamente que empieza con su actitud hiperviolenta los hechos. Pobre gente, joder. Les atizaron a los que estaban alli pero no habían sido. Al policía prácticamente le echan la culpa del macetazo en la cabeza que le pudo asesinar, por no llevar casco, como es su obligación. Y los politicos ni una palabra, ni un gesto, acoquinados ahí y yendo a ver la peli sin asomo de crítica. Dicen, además, que una de las detenidas fue sometida a tales torturas que terminó suicidándose meses más tarde. Sin mayores análisis, se culpa también a la policía de su muerte. ¿Saben cuál es la diferencia? que los policías están en la cárcel y los asesinos de la maceta no. Que a los violentos okupas catalanes se les ha dejado campar a sus anchas hasta haber consentido un movimiento que utiliza la violencia de forma bestial sin que los políticos y los jueces hayan atajado el fenómeno porque no les da la real gana. Que cualquier sinvergüenza puede, si tiene una reivindicación, adueñarse de lo de todos, destrozarlo y reirse del ciudadano gilipollas que trabaja a diario y cumple la ley, que son la mayoría, y que para pedir su derecho hace solicitudes, recursos y da mil vueltas por las ventanillas. Y que es mucho más rentable políticamente cargar contra la labor policial que llamar a los otros por su nombre, que es el de delincuentes.

Pues nada, a seguir en la linea. A seguir remarcando los errores y ocultando las virtudes de un servicio público que es de todos, a poner cara de comprensión a todos estos movimientos y a dar la espalda a aquellos que cuando pasa cualquier cosa son los que van a ayudar a resolverla, que para eso les pagamos. Yo, por mi parte, acabo de decidir que ningún edificio público, ningún escaparate, nada, vale más que el bienestar de mi familia y mi salud mental. A partir de ahora, cuando me manden a una de estas sonreiré mucho y diré que no se puede hacer nada. Así todos contentos. Y cuando esto sea un descojono mayor del que ya es, que llamen a una brigada de okupas a solucionarlo.

¿Todas las vidas valen lo mismo? Reflexión filosófica, jurídica y policial.

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Creo que era ayer cuando a uno de los innumerables grupos de debate por los que suelo transitar, llegaba una noticia sobre las objeciones de una abogada a la operación policial del supermercado francés en la que, además de cuatro rehenes, murió el asaltante islamista. Dicha abogada pedía el enjuiciamiento de los policías que daban de baja al terrorista ya que, según su criterio, todas las vidas son iguales. Yo creo que no. Es más, Dios cree que no, Santo Tomás de Aquino creía que no y Mahoma cree, igualmente, que no. Incluso la propia abogada no cree en sus palabras y lo voy a demostrar.

Cierto es, y así hay que admitirlo desde un punto de vista moral y filosófico, que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene derecho a la vida. Incluso hay quien lo defiende para los animales. Correcto. También me parece éticamente acertado suponer que todos venimos a este mundo con ese derecho por igual, con los mismos puntos, por hacer un símil conocido. Exactamente lo mismo sucede con el derecho a la libertad. Pero si le robas al vecino, puede que des con tus huesos en la cárcel. En ese momento, tu derecho a la libertad ha dejado de existir durante el tiempo que dure la condena.

A la pregunta formulada, la de si todas las vidas tienen el mismo valor, es fácil y cómodo responder que si, pero nos estaríamos mintiendo. Si usted, señora letrada, hubiera estado en el supermercado, ¿qué preferiría? ¿que la policía matara al islamista o que este le hubiera dado pasaporte a usted misma? Los policías llevamos armas para defender la vida de los ciudadanos de bien arrebatando, si llega el caso, la de quienes quieran quitársela. Así lo hicieron los franceses evitando, de paso, una masacre mayor que la que ya había causado el asesino. Sostengo que, en ese momento y fruto de su propia elección, la vida de ese hombre valía menos que la de cualquiera de los ciudadanos pacíficos que él mató y que la de los que no pudo matar antes de ser abatido. Él mismo rebajó a niveles ínfimos el valor de su propia existencia al matar la de otros movido por su fanatismo. Desde ese momento, al Estado le asistía el derecho a quitársela para evitar que siguiera causando la destrucción de otros. Las religiones mayoritarias justifican la muerte de otros seres humanos bajo ciertas condiciones. Santo Tomás de Aquino enunció el concepto de guerra justa, base, por cierto, de la regulación de los conflictos bélicos actual. Esto no es nada nuevo y, aunque no nos paramos a pensarlo para no tener que afrontar el dilema moral, hace milenios que lo hemos aceptado.

No, no nos engañemos. Todas las vidas no valen lo mismo. Las de los periodistas de Charlie Hebdo valían más desde el momento en que ellos empuñaban una pluma y sus asesinos un fusil. Justo era matarlos si en lugar de entregarse pretendían seguir asesinando y para evitar que lo hicieran. Justo fue matar al secuestrador del supermercado que seguía amenazando la vida de tantos ciudadanos inocentes. Y voy más allá. Justo es combatir a quienes están detrás de estos asesinos islamistas por todos los medios. Y perseguirlos hasta las mismísimas puertas del infierno.

 

Oposiciones policiales. Entre chapuza y chapuza.

Vista de la celebración de la primera prueba en la Ertzaintza

Vista de la celebración de la primera prueba en la Ertzaintza

 

Desde comienzos de mes esto viene siendo un sinvivir para muchos jóvenes y no tan jóvenes que han tenido la curiosa ocurrencia de ser policías en Euskadi. Quien les manda.

Se han celebrado, con amplio despliegue de medios, que dicen los cursis, las primeras fases de las oposiciones de la Ertzaintza y la Policía Local de Bilbao, las cuales han coincidido prácticamente en fechas. Esto es una cosa curiosísima, pues llevando varios años sin ser convocadas ni las unas ni las otras, es casualidad que ahora salgan a la par, hurtando así la posibilidad a los opositores de preparar ambas y obligándoles a elegir entre una y otra en un retorcido giro del juego infantil que consiste en volver loco a un niño preguntándole si quiere mas  a papa o a mama.

No alcanzo a entender si esto es imprevisión propia de políticos ineptos o ganas de tocar las narices. Si es que unos y otros no quieren compartirse los aspirantes o si pretenden limitar el numero de ellos o si hay otras causas profundas que a mi, y a todos los contribuyentes, se nos ocultan. El resultado es el de siempre, que a jóvenes que tienen ilusión por este oficio se la van quitando ya desde el principio con sus chapuzas, sus intrigas partidarias de quito al tuyo y pongo al mío y esas cosas que siempre se sospechan y jamas se prueban porque nadie tiene interés en destapar el cajón de la porquería.

Aquí hay para todos. En la Ertzaintza, la consejera, la Sra. Beltran de Heredia, ex de la Consejería de Agricultura del Gobierno Vasco, lo cual como se sabe es la antesala idónea para ejercer el mando policial, comenzó rechazando la inscripción de mayores de treinta y cinco años pese a que ya había sentencias en el Cuerpo Nacional de Policía que avalaban el que se pudieran presentar en base al articulo 14 de nuestra Constitución, ese que habla del principio de no discriminación. Para ella, esa sentencia no afectaba a los procesos de la Ertzaintza, ignoro si porque piensa que los tribunales españoles aquí no pintan nada o porque estaba a favor de la discriminación. No se que técnicos y juristas tendrán ahí en Interior. Acaso sus ilustres apellidos hayan eclipsado sus conocimientos legales, porque lo que es claro como el caldo de u asilo es que una sentencia basada en un principio tan fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, forzosamente iba a resultar aplicable a todos los procesos selectivos del Estado. Así pues, tuvieron que recular y admitir a los mayorcitos a examen deprisa y corriendo y condicionada su admisión final a una sentencia favorable en el futuro.

La segunda, y gorda, resulto de las pruebas psicotecnicas, en las que se cepillaron a un porcentaje cercano al ochenta por ciento, quedando reducidisimas las opciones de selección para las pruebas posteriores. Lo «arreglaron» cambiando los baremos de puntuación en algunas de las pruebas, manteniéndolos en otras con lo cual perjudicaron a unos y favorecieron a otros de modo arbitrario. No se sabe si esto de suspender tanto los exámenes psicológicos es porque los opositores ahora, pese a estar mas estudiados, son mas tontos o porque lo son los políticos pese a estar cada vez menos estudiados. Ahí dejo el debate.

En la Policía Local de Bilbao, ese cuerpo prestigioso y prestigiado en toda España que su actual dirección insiste en cargarse aprovechando la desaparición del Alcalde que mas lo ha encumbrado, la liaron parda también. Ahí suprimieron los tests psicológicos, ya ven la coordinación policial. En la Ertzaintza es lo mas importante y en Bilbao lo menos. Se ve que para ser guardia municipal, que es en lo que aspiran a reconvertir a las unidades de investigación criminal, drogas, etc. que otrora mantuvieron la delincuencia en Bilbao en cifras envidiables, no es necesario pasar exámenes psicológicos, cualquiera vale. En su defecto, pusieron un examen de callejero que hubiera suspendido el mismísimo Don Diego Lopez de Haro, fundador de la Villa. Aquí se cargaron a mas del noventa por ciento de los aspirantes. ¡En la primera prueba! Para la entrevista personal quedan cuarenta y cinco, si no me falla el dato. Se cuenta sin embargo, que cuatro hijos de cuatro jefes han tenido la suerte de figurar entre los elegidos, lo que confirma la teoría de que los vástagos de gente con galones son mas listos que los de los que llevan el uniforme liso y no aspiran el perfumado aire de las oficinas de los pisos superiores de Miribilla. A ver que sucede en las entrevistas, yo voto porque entran los cuatro.

Lo cierto es que estas cosas desaniman. Sobre todo a los chavales inteligentes que piensan que es una humillación pasar por esto para ser un puto policía. Luego no les extrañe que circulen chistes como este: ¿saben cual es el único crimen perfecto? El que investiga la Ertzaintza. Manda cojones.

Al jefe de la Ertzaintza le estorban todos.

big_280_gervasioGervasio Gabirondo, director de la Ertzaintza, es un hombre peculiar y muy de su tierra. Vaya por delante que no tengo el placer de conocerle de cerca pero sigo con interés su labor profesional. Por eso recuerdo un premio que le dieron a la Ertzaintza hace ya muchos años, antes del único mandato socialista en el gobierno vasco, y al que yo asistí como invitado. Era en el marco de una feria de seguridad o algún sarao de los que ya he dejado de asistir por vacuos y totalmente carentes de interés profesional (esta es otra opinión, claro). Salió en traje de gala, de rojo bermellón, al estrado y encandiló al respetable con un discurso en euskera de bella factura. La única pega cabría ponérsela al hecho de que nos hallábamos en Zaragoza y el respetable acudía desde todos los rincones de las Españas lo que, haciendo gala de mis dotes detectivescas, me inclinó a pensar que las caras del público eran más de estupor que de arrobamiento.

Gabirondo, es un hombre de ideas. Por eso, en su anterior responsabilidad de jefazo, instauró los desayunos. No, no los de la COPE, ni los de Antena 3. Los desayunos de la Ertzaintza, reuniéndose los lunes a primera hora con sindicalistas, profesionales, etc. ante un buen café y crujiente bollería lo cual, qué quieren que les diga, es una magnífica forma de empezar la semana y limar asperezas. Y una medida inteligente. Siendo vasco, sabe que nadie puede recriminar a futuro sin cargo de conciencia a quien le ha puesto un buen bollo de mantequilla ante las narices, que eso va en nuestra genética.

Gabirondo patinó, eso si, cuando dijo que el falso Shaolín, el asesino de dos mujeres en Bilbao, era un psicópata y que, más que probablemente, habría que esperar la aparición de más mujeres desmembradas y ocultas por los rincones de su gimnasio. Al estar el asunto bajo secreto de sumario, el juez le echó un rapapolvo encareciéndole que dejara de ver CSI Miami y se centrara un poco.

La última ha sido de la semana pasada y le han puesto verde. Ante los periodistas y en el Parlamento Vasco, lamentó el «excesivo despliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Euskadi» en relación a sus actualmente escasas competencias, asegurando además que Policía y Guardia Civil interfieren en el día a día de sus hombres y mujeres al punto de hacer fracasar determinadas operaciones. Para él, se ven muchos controles de carretera de la Guardia Civil y demasiadas inspecciones en fiestas de pueblos. De estas últimas yo no he visto ni una, pero si él lo dice … También dijo no se qué de las policías locales, que tampoco deberían tener ciertas competencias que solo a la Ertzaintza deben corresponder.

Tengo que coincidir con él en una cosa. La descoordinación policial en Euskadi y en el resto de España existe. Los celos entre guardias y policías no son de ahora y, en el País Vasco, hay memoria de célebres trifulcas entre locales y autonómicos ante el pasmo de heridos, víctimas e incluso cadáveres, que se reirían si pudieran. Mucha policía, poca diversión, no sé quién lo dijo. Acaso sea importante establecer una legislación adecuada que aborde este problema y lo deje zanjado definitivamente.

Pero de lo anterior a inferir que tal o cual cuerpo hace fracasar operaciones policiales, va un abismo. Pues si esto se afirma, hay que poner sobre la mesa cuáles han sido tales operaciones y por qué han fracasado. Para buscar culpables y procesarlos, vamos. ¿Quiere decir don Gervasio que hay delincuentes, asesinos, terroristas, traficantes, que siguen libre porque Guardia Civil o Policía Nacional han hecho que sea así? Pues al juzgado, oiga, y no a los periodistas.

Ya va la segunda que al señor Gabirondo se le va la lengua ante los micrófonos, lo cual, con todo respeto lo digo, es poco apropiado en un alto mando policial cuya labor ha de ser callada y eficiente. En fin, don Gervasio, que yo le tengo aprecio pero esas cosillas que usted tiene no terminan de convencerme. Procure empezar por arreglar su casa, que ahí andan también revueltos, es un consejo que le doy.

En lo demás, se lo diré siempre, aquel discurso en euskera …, coño, todavía me estoy riendo cuando me acuerdo de la cara de los maños.

LA U.I.P., ORGULLO DE POLICÍA.

Y no tengo más que decir

Y no tengo más que decir

Andaba yo por Madrid el día 22 pasado a mis cosas cuando me topé sin quererlo con todo el meollo de la manifestación del 22 M. Personalmente, me pareció una gran idea la de confluir en Madrid con todas las reivindicaciones que los ciudadanos tienen hoy para presentar al gobierno. Deshaucios, gestión del agua, educación, situación del campo en Andalucía… un montón de cosas y de historias que cada uno las sufre cuando le tocan.

La protesta era pacífica e incluso festiva, llena de gente mayor, ancianos incluso, familias con niños, sillas de discapacitados…, mucha gente. Tanta que en Atocha hubo un momento de agobio importante. Veía yo esto con agrado cuando, yéndome por las calles adyacentes en busca de la consabida caña y bocata calamares, ¿qué veo? cuadrillas de skins antifascistas pero bastante fascistas en agradable charla, grupitos de gente joven con todo el equipamiento antisistema, incluidas capuchas y pasamontañas, … fuera todos ellos de la manifestación, a sus porritos, a sus litronas, … Con sagacidad de sabueso curtido en mil batallas me dije: «aquí se va a liar», así que me tomé la caña, me comí el bocata y, como ya iba cerrando la tarde, tomé el tren para dirigirme adonde tenía el coche y volverme para casa. Más tarde vi la escabechina en la tele.

A cualquiera cuya intención sea reivindicar nuestras penurias económicas de país, el ver  la gentuza esta que ni ha vivido un país sin democracia, ni saben lo que es la miseria, tirar piedras y destrozar el mobiliario urbano, debería revolverles las tripas. La cantidad de idiotas que, aprovechando que están ante una policía democrática, se ponían enfrente a insultarles, provocarles, etc, se veía ya enorme. Una minoría, si, pero muchos en cualquier caso. A mi me dan vergüenza y me parece que deslegitiman cualquier movimiento ciudadano. Por eso me parece de justicia poner en valor la labor del Cuerpo Nacional de Policía, sobre todo de la UIP.

Les he visto, a los de la UIP, luchar en proporción de uno contra veinte, con un par de narices y sin tener ni el gesto de echar mano al arma, aunque sea para dar dos tiros al aire y ahuyentar a esa chusma de mierdas que solo se atreven cuando están en grupos de a veinte contra dos o tres agentes, defender a sus compañeros entre un mar de pedradas, luchar igualmente contra la ineficacia de unos mandos que están más ocupados en doblar la bisagra en los despachos que en la seguridad de sus hombres y mujeres.

Estos policías son gente admirable, valientes y preparados y yo, que estaba entre los manifestantes, me siento orgulloso de ellos y recuerdo, para que quede claro, que también son víctimas de recortes.

El Código Penal habla de proporcionalidad en la respuesta policial y, desde luego, me viene pareciendo últimamente que no hay proporcionalidad en su respuesta, es decir, que esta es de mucha menor entidad que las agresiones que reciben y esta circunstancia les cuesta muchos heridos. A este paso, el que haya un muerto o más es cuestión de tiempo porque además los agresores saben que el paso por el calabozo es breve y les ponen en la calle justo después del bocadillo. Estando las cosas así, yo les pido que se defiendan, que usen, si se ven en peligro de muerte, las armas y defensas de que el Estado les dota para ello. Reclamo de los jueces que sean justos y condenen las agresiones a policías con todo el peso que la ley les permita pues si no lo hacen serán responsables de lo que pase. Pido a los políticos que, de una vez por todas, endurezcan las leyes que castigan este tipo de conductas. En cualquier país agredir a un policía tienen un plus de condena, aquí el juez te dice que haberte dedicado a otra cosa, como ha hecho él.

Como tengo por costumbre ser políticamente incorrecto, opino que si estás en el suelo, te arrebatan el casco y pretenden abrirte la cabeza con un adoquín, estás en tu derecho a sacar la pistola y no dejarte matar. Pienso que utilizar el bastón para romper articulaciones o provocar sangrados en la cara o frente que inhiban una agresión, está más que justificado si eres atacado por diez o quince violentos armados con pinchos y bates. Estoy convencido de que debe utilizarse material antidisturbios adecuado a la situación que se pretende controlar, no se si pelotas de goma o cualquiera de los mil sistemas que hoy existen para sustituirlas.

No he sentido mayor vergüenza en mi vida que cuando vi las imágenes de los antidisturbios ucranianos primero apaleados y linchados y luego puestos de rodillas, suplicando el perdón a los fascistas que han dado un golpe de estado en aquel país y que tan contentos hemos apoyado en Europa. No quiero que esto pase aquí.

¿Les parece mal? ¿Creen que me paga el capital por defender a los perros del poder? Fíjense lo que me preocupa. Porque ustedes, los que critican, no se han visto en el suelo y yo si.

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NUEVAS DROGAS: La desomorfina, el cocodrilo ruso.

eHBidm85MTI=_o_drogen-krokodil-achtung-nicht-fr-kinder-geeignet jhypgoUn letal sustituto de la heroína, el krokodil, se ha vuelto la droga de moda entre los adictos en Rusia; el “cocodrilo” carcome la piel de las personas que lo consumen.

Como si la heroína se convirtiera en un abyecto cocodrilo, esta sustancia está devorando a los jóvenes adictos de Rusia.

El krokodil es desomorfina, un opiáceo sintético muchas veces más poderoso que la heroína creado a través de una serie de mezclas y reacciones químicas que los usuarios realizan varias veces al día de memoria.

Mientras que la heroína cuesta alrededor 40 dólares la dosis en Rusia, la desomorfina puede ser cocinada con analgésicos basados en codeína (de 4 dólares el paquete) y otros ingredientes caseros, baratos y disponibles  en los supermercados. Por esto no es raro que muchos de los adictos a la heroína acaben entrando a la boca del “cocodrilo”.

Sin embargo, lo barato sale caro. El  efecto de la heroína dura varias horas, mientras que el viaje de krokodil dura entre 90 minutos y 2 horas y el proceso de “cocina” dura al menos media hora,  así que ser un adicto de esta sustancia es un trabajo de tiempo completo. Dejar la sustancia tarda un mes o más —la desintoxicación de la heroína dura típicamente solo una semana.

Se calcula que existen 2 millones de adictos a la heroína en Rusia, el país que más heroinómanos tiene en el mundo; 100 mil de ellos son adictos a la desomorfina.

La droga toma su nombre reptilenao de sus ingredientes venenosos que rápidamente vuelven “escamosa” la piel y después empiezan a carcomerla.

El diario británico The Independent tiene una escabrosa historia sobre unos jóvenes que usan esta sustancia.

“Si le fallas a la vena te sale un absceso inmediatamente”, dice Sasha, quien ha dejado de inyectarse, no así su amiga, cuya situación describe: “No quiere ir al hospital, solo se inyecta. Su piel se está desmoronando y casi no se puede mover”, (Las fotos de las personas que se inyectan esta sustancia, como la que aparece arriba, son sumamente perturbadoras).

Zhenya, otro joven conocedor del cocodrilo, lo explica: “Estás soñando con heroína, algo que se siente limpio y no es veneno. Pero no puedes costearlo, así que sigues haciendo krokodil. Hasta que te mueres”.

Fuente: pijamasurf

La policía podrá usar troyanos para investigar ordenadores.

ciberterrorismo El borrador del Código Penal que prepara el Ministerio de Justicia, siguiendo el parecer de una comisión de expertos, permitirá a los jueces, una vez aprobado, la autorización a la policía para instalar troyanos en los ordenadores y tabletas de las personas sujetas a investigación con el fin de obtener la información contenida en dichos dispositivos. El texto prevé el acceso remoto a equipos informáticos, incluidos teléfonos inteligentes para delitos con penas máximas superiores a tres años, para investigar asuntos relativos al cibercrimen, terrorismo y crimen organizado, siempre que el juez justifique la proporcionalidad de la medida. Hasta el momento, solo Alemania ha aprobado una regulación similar, aunque únicamente para casos de terrorismo.

Una vez instalado ese programa, las posibilidades para la policía son infinitas. “No solo se puede acceder a la información que se almacena en el disco duro, sino también a las contraseñas que suelen guardarse en la memoria”, explica Juan Carlos Ortiz Pradillo, profesor de Derecho Procesal de la Universidad de Castilla-La Mancha y especialista en el uso de este software pirata por las fuerzas de seguridad.

Evidentemente, se trata de una diligencia que, desde el punto de vista de operatividad policial, puede ser muy útil, pero desde el punto de vista de los derechos fundamentales es muy invasiva por afectar tanto al derecho a la intimidad, como al secreto de las comunicaciones, por lo que deberá ser objeto de rigurosa regulación.

Desde el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) consideran “positivo” que se apueste por las nuevas tecnologías en el nuevo Código Procesal Penal, pero creen que la intervención remota de ordenadores es un tema “delicado”. Fuentes del organismo se preguntan por la necesidad de entrar en un ordenador. “Si se ha podido identificar la IP y se trata de un equipo que está en España, ¿por qué no entrar y recogerlo y después investigar su contenido?”, afirma un portavoz. Desde el CGAE aseguran que, al vulnerar el derecho a la intimidad, la resolución judicial que autorice la diligencia “debe aprobarla con un objeto concreto y determinado”.

En cualquier caso, lo que sí está claro es que la medida puede representar el fin de la impunidad para algunos tipos delictivos. Además de ello, facilita la pronta resolución de situaciones que, como los abusos sexuales a través de la red, pueden ser urgentes de atajar en beneficio de la víctima. A fin de cuentas, si se puede entrar en un domicilio, ¿por qué no en un ordenador?

ATENTADO CONTRA OBAMA. La ricina, uno de los venenos más potentes que existen.

La ricina en estado natural

La ricina en estado natural

Ya lo advirtieron el año pasado el presidente Barack Obama y sus asesores de seguridad nacional, quienes anunciaban que una rama de Al Qaeda en Yemen estaba produciendo ricina como nueva arma terrorista.

¿Por qué la ricina? Se trata de una sustancia tóxica que puede llegar a causar la muerte de una persona sólo por inhalarla. Según losCentros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), este veneno, uno de los más potentes que se conocen, se puede obtener «a partir de los sobrantes del procesamiento de las semillas de la planta de ricino» (para hacer aceite de ricino).

Por inyección o inhalación, bastan 500 microgramos para matar a un adulto. Si la ricina fuera ingerida, entonces se necesitaría una dosis mayor de esta sustancia, que puede presentarse en forma de talco, vapor o grano o incluso puede disolverse en agua.

Según explican los expertos, este tóxico entra en las células de la persona y evita que se produzcan proteínas. Sin éstas, tal y como señala un documento de los CDC, «las células se mueren y eventualmente todo el organismo puede colapsar y morir». En cualquier caso, los efectos dependen de la cantidad de ricina inhalada, ingerida o inyectada.

Si fuera inhalada, como habría sido en el caso de la carta enviada a Obamalos síntomas empiezan a aparecer en las siguientes ocho horas. El afectado comenzaría a toser y notaría otros signos como: presión en el pecho, dificultad para respirar, náuseas y dolor en los músculos. Pocas horas después, según los CDC, «las vías aéreas del cuerpo (como los pulmones) se inflamarían severamente (inflamación y calor), se acumularía exceso de líquido en los pulmones, cada vez sería más difícil respirar y la piel se tornaría azul».

Cuando el envenenamiento se produce por ingesta, los síntomas se hacen evidentes en menos de seis horas. La persona envenenada sufrirá una hemorragia interna en el estómago y los intestinos que causará vómitos y diarrea de sangre. El hígado, los riñones y el bazo dejarán de funcionar y, finalmente, el afectado fallece.

La inyección de una cantidad letal de ricina, según reza el documento de los CDC, causaría «la muerte de los músculos y los nódulos linfáticos que se encuentran alrededor del sitio de la inyección». Al igual que en el anterior caso, el hígado, los riñones y el bazo dejarían de funcionar y se iniciará una hemorragia masiva en el estómago y los intestinos. El afectado puede morir por el fallo múltiple de sus órganos.

La muerte por envenenamiento con ricina, sea por ingestión, inhalación o inyección, señalan los expertos, «puede ocurrir entre 36 a 48 horas después de presentarse la exposición. Si después de cinco días la persona sobrevive sin complicaciones es probable que no muera».

La baza de los terroristas es que no existe un antídoto para el envenenamiento. Lo único que se puede hacer, dependiendo de cómo haya sido la exposición a la ricina, es ayudar a la víctima a respirar, darle líquidos intravenosos y medicamentos para tratar la inflamación.

Fuente: Diario El Mundo